Soñé que abría una
puerta y había un jardín
Lo soñé en el aire…
Lo soñé arriba de mi casa
Con plantas y hojas carnosas…
Soñé alegría, sorpresa, consuelo.
Soñé un espacio nuevo, mío para habitar.
Barrí, limpié acomodé… regué las plantas
Me hice dueña.
Soñé terrazas alegres, floridas, con sol.
Fue una siesta reveladora e inútil.
Cuando volví de ella no había escaleras ni techos con gajos
verdes esperando.
Sin embargo hay una hoja, un brote que me llama y no sé cómo
subir a darle agua.