lunes, 23 de mayo de 2011

EL CUENTO DE ORLANDO

Yo puedo bajar este árbol solo , dijo Orlando...
Yo puedo tirarlo abajo, cortar la leña y despues prender el fuego...

Yo puedo levantar una casa solo, pensó Orlando...
diseñarla, cortar, pegar, pintarla y luego hacer de ella mi lugar lleno de brujas y fantasmas...
Volvió a pensar.

Yo puedo matar al gato si quiero.
O dejarlo tirado por ahi, total no me pertenece, no es mio, no me importa...

Yo puedo escribir esta y mil canciones... cantarlas y silenciarlas cuando se me antoje...
Yo puedo corregir la ortografia de todo el mundo.
Puedo hacer inventos y desinventarlos luego
pensó Orlando...

Yo puedo dejar de hablar cuando quiera
No tengo por qué pensar en las lagrimas que lloran por mi las infelices.
Yo puedo bañarme en teflón.
Puedo ser feo, egoísta y  soberbio.
Romper mis juguetes. Total son mios!

Yo puedo soportar el frío y el calor si quiero.
Soy un faquir de los sentimienos! Pensó Orlando.

Yo puedo maltratar a las mujeres...
Yo puedo decirles si son horribles, que ya no me gusta esta o aquella...
 Que se arreglen luego ellas!!!

Yo puedo hacer una torta... comérmela y hacer otra después.
Si al fin de cuantas las tortas me vienen mas que bien.

Dicho esto... terminó Orlando de enterrar su corazón en el pozo mas lejano del jardín...
lo tapó con toda la tierra posible que encontró.
La leña del árbol encima colocó...
y ladrillos que por ahi quedaban a la torre le sumó.

Ya soy libre ...
Ya no siento ni recuerdo
Ya no hay pena o compasión.
Esto ha de ser la felicidad... pensó

Los sucesos y personas que molestan,
se borran con borratinta.
No queda mancha ni pista
de lo que existio ni que exista.

Es mucho mas fácil vivir asi.
Sí que sí...


Tumbado en su cama por horas
La noche avanzaba y no lograba conciliar el sueño Orlando.
ojos, oídos, y los demases sentidos
estaban clamando venganza...

Qué torpeza la mia !!! ...
ese latido !
su sonido recorre todo el jardín, pasa la ventana, la persiana, los algondones de mis orejas...
que torpeza la mía repitió...

Pensé todo y en esto no he pensado.
A un genio en logística como yo .
Mil y otras mil veces maldición!!!
Como pudo habérseme pasado???

Antes de enterrarlo...
debi de haberlo matado...
Pensó...